Sex Education es una de las grandes apuestas teen del 2019 en Netflix y se podría configurar como el futuro gran éxito del año para la plataforma de streaming, tal como sucedió con el lanzamiento de "13 Reasons Why".
Lejos de quedarse en la premisa de ser una serie que ahonda en la vida de un grupo de adolescentes y de cómo resuelven sus problemas en la intimidad, Sex Education trae consigo un argumento contemporáneo, una narrativa sólida y un sinfín de líneas argumentales que permiten poner ciertos temas sobre la mesa bajo un mismo eje: la educación sexual.
Otis Milburn (Asa Butterfield) es un joven tímido y virgen que vive con su madre Jean (Gillian Anderson), quien se desenvuelve como una reconocida sexóloga. Este contexto familiar le permitió adquirir conocimientos de sobra acerca del sexo, de la sexualidad y de los órganos reproductores en sí mismos. Con este status planteado conoce a Maeve Wiley (Emma Mackey), una chica de apariencia libre y rebelde con numerosas carencias afectivas. Juntos deciden emprender el mismo camino “laboral” que la madre del protagonista y es así como Otis se convierte en el terapeuta sexual del instituto mientras su reciente amiga le lleva la agenda y lo ayuda a conseguir clientes.
Llegamos al futuro y llegamos al momento de la historia mundial que se escribe con aroma juvenil y cada vez más, con aroma de mujer. Sex Education rompe los esquemas y conquista espectadores día tras día. Según cifras oficiales, esta historia británica fue vista por 40 millones de espectadores en sus primeras cuatro semanas y debido al éxito rotundo, ya confirmaron la segunda temporada con ocho episodios. Probablemente, muchos padres no quieran que sus hijos vean esta serie por el tono que maneja, que se sostiene con altura a lo largo de todos los capítulos. Sin embargo, se trata de uno de los mejores contenidos juveniles en cuanto a sexo y sexualidad se refiere.
Explorar la sexualidad adolescente sin tabúes es la base de este producto que presenta numerosos y variados personajes. De la mano de todo protagonista, hay un secuaz. Este lugar le tocó a Eric Effiong (Ncuti Gatwa), quien se encuentra explorando su identidad mientras le hace frente al bullying que sufre en la escuela y al rechazo de su familia. Este papel se inscribe en la historia para hablar de la identidad de género y de la discriminación sin tapujos. En una de sus escenas más fuertes lo vemos esperando el colectivo vestido con prendas socialmente identificadas como “de mujer”, maquillado y con peluca. En ese contexto termina golpeado por unos hombres en el medio de la ruta.
“La homofobia pasó de moda” dice uno de los personajes y le da una cachetada a la sociedad mientras su autora muestra a los jóvenes del siglo XXI que conocen sobre métodos anticonceptivos, que están familiarizados con el sexting y que “salen del closet” desde temprana edad sin ser señalados por sus pares.
La serie busca dar a conocer que si bien los centennials tienen mayor acceso a la información que otras generaciones y saben más tecnicismos sobre el sexo que casi todas sus predecesoras, la madurez sexual debe ir de la mano de la madurez emocional. Para ello, es de vital importancia no sólo conocer cómo funcionan los órganos reproductores o cómo masturbarse sino también cómo se sienten ellos con todos estos cambios.
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